«Apreciar
sabores indudablemente es un hecho cultural, pero venimos al mundo con
predisposiciones genéticas que nos llevan a aceptar de plano un tipo de sabores
y rechazar otros. Basta con experimentar dándole a un recién nacido un trozo de
rojo radicchio o un sorbo de té hecho con yerba mate, para entender que
faltarán años antes de que esa criatura descubra la sensualidad espesa detrás
de los cien mil tonos dulces de lo amargo»
Sumito
Estévez (No te angusties amor, nadie te obliga) en:
Estuve
tomando unas Clases de
literatura con Julio
Cortázar, gracias a Carles Álvarez y a Alfaguara. No fueron clases normales, de
esas de entrar en un aula, ver al profesor de frente, tomar apuntes,
intervenir; no. Fueron más bien unas clases a distancia, unas clases que se
dieron por allá en 1980 y por allá en Berkeley, en la Universidad de
California, para ser más exactos. Clases que vine yo a recibir aquí —digamos en
otro lugar— y en el 2014.
En la quinta clase vine a encontrar una serie de falsas coincidencias (falsas, porque todos sabemos que las coincidencias no existen, sabemos que todo pasa por algo), una serie de disparadores, que me acorralan con ideas y me llevan a escribir ciertas cosas que ustedes, probablemente, lean.
Bueno, resulta que en esa quinta clase, Cortázar lee un cuento que se llama: Las buenas inversiones. El que desee deleitarse con ese cuento, de la voz del propio Cortázar, sólo debe seguir este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=A_3DYPbIiQw .Y digo que ese cuento se llama; y no que lleva por título, porque para mí un cuento es como algo vivo...
¿Y qué con eso? —dirás tú, querido lector. ¿Y qué con ese cuento de Cortázar?
Pues nada más fíjate en los elementos de ese cuento: Un turista venezolano, un consorcio petrolero venezolano y, pura coincidencia, el personaje principal se llama Gómez.
Adicionalmente, la quinta clase de literatura, donde se incluye ese cuento, es la clase de musicalidad y humor... Por otro lado, en «Realidad y literatura», una de las conferencias que también se incluye en las Clases de literatura, se habla nada más y nada menos de: Realidad latinoamericana, exilio, opresión, violencia…
Ya son mucho más de las doce y tengo un hambre atroz, yo almuerzo a las doce. Tengo el estómago hecho un concierto de chirridos, y una especie de compasión me acerca a Lazarillo de Tormes y sus aventuras. Mi condición famélica me recuerda la clara sensación de hambre que me dejó ese libro al recorrer sus páginas…
De modo que con ese coctel de ingredientes tan jugosos que me ofrecieron las Clases de literatura, por un lado, y, por otro lado, el hambre… A mí se me ha ocurrido una receta de lo más integradora, algo que Sumito Estévez tal vez llamaría cocina fusión: Mezclar Cortázar con petróleo, ponerle una pizca de realidad: opresión, violencia…, agregarle algo de humor y meter a Gómez en eso, entendiéndose que Gómez soy yo.
Manos a la obra, porque el hambre muerde. Para muestra un botón: En el cuento de Cortázar —que ya les mencioné—, un venezolano es sinónimo de petróleo. Para el mundo de afuera, digamos para el globo sin incluir a Venezuela: Un venezolano es sinónimo de petróleo. Y es que Venezuela es, efectivamente, el país del mundo con las mayores reservas probadas de petróleo, según publicado el 9 de abril de 2014 en Dinero.com:
Según la misma fuente, más del setenta y tres por ciento del petróleo que se produce en Venezuela va para el mundo de afuera:
¿No les suena familiar esta frase: Venezuela da petróleo y mujeres bellas? O esta: ¿Venezuela, el país con las mujeres más bellas del mundo? A mí me suena, me suena, por eso las incluyo aquí, como parte integral de este plato especial de cocina fusión que estoy preparando.
¡Mujeres bellas! ¡Reinas de belleza! Desde 1979, con Maritza Sayalero, hasta 2013, con Gabriela Isler, Venezuela ha dado al mundo de afuera siete reinas de belleza, ¡seven Miss Universe to the world!. Es decir, a lo largo de la historia, más del veinte por ciento de las Miss Universo han sido venezolanas. ¿Alguien me dio el dato? Sí: http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Miss_Universe_titleholders
Pero no sólo en coronas se mide la producción de belleza en Venezuela, sino en la trayectoria en el certamen de belleza más importante del mundo. Esta trayectoria la detalla muy bien anthony2100forever en: Las 39 clasificaciones de Venezuela en el Miss Universo, en el foro de Univisión.com: http://foro.univision.com/t5/Reinas-de-Venezuela/Las-39-clasificaciones-de-Venezuela-en-Miss-Universo/td-p/442561770: Siete se han coronado como Miss Universo, seis como primeras finalistas, siete como segundas finalistas, cuatro como terceras finalistas, dos como cuartas finalistas, cuatro entre las cinco o seis finalistas y diez entre las diez, doce, quince o dieciséis semi-finalistas.
De modo que Venezuela es un derroche de belleza para el mundo de afuera. ¿Qué más exportamos? ¿Qué más es lo que le damos al mundo, a ese mundo de afuera?
Likedin.com me responde que profesionales, susurra y susurra: Profesionales, muchos profesionales… Sus susurros son ciertos, los he verificado de primera mano. En mi red de contactos, cada vez más, abundan profesionales venezolanos, que no están en Venezuela… Yo no dejo de sentir una cosquilla de alegría por ellos, una cosquilla de satisfacción por el hecho de que sean exitosos más allá de las fronteras locales. Satisfacción que se siente como ver un partido de fútbol de la selección nacional donde no se juega de local y ¡sin embargo, se gana!…
¿Y por qué no están en Venezuela, ellos? ¡Ah, no! ¡Ese es el secreto de la receta de este plato especial!
Lo cierto es que Venezuela no exporta coque, exporta petróleo. Lo cierto es que Venezuela no exporta malandros, exporta profesionales.
Venezuela exporta producto de alto valor para el mundo, recursos no renovables: petróleo, reinas de belleza y profesionales.
Ya les dije que este plato especial no incluye la descripción del secreto de la casa porque, ante todo, un secreto es un secreto. Sólo les diré que el secreto de la casa, por ejemplo el secreto que promueve tanta exportación de recursos profesionales no renovables tiene que ver con la pizca de realidad: economía, opresión, violencia…
Y… Entonces… ¿Qué le queda al mundo de adentro? ¿Qué le dejamos al globo sin el resto de países, exceptuando Venezuela? ¿Qué hace el Estado venezolano con lo que el mundo de afuera le retribuye como pago por el petróleo que recibe, por ejemplo? ¿Qué hay para los venezolanos en Venezuela?
Pues los hechos dicen que ahí aplica el dicho popular: Casa de herrero, cuchillo de palo… Las políticas actuales le dejan a los venezolanos en Venezuela una serie de clichés, veamos.
«Un bolívar fuerte…». «Una inflación galopante…», que parece que va en el caballo blanco de Bolívar o en el Bucéfalo de Alejandro Magno, nunca en el lento Rocinante del Quijote, aunque debería, porque con un precio del barril de petróleo sobre los cien dólares estadounidenses la situación económica de Venezuela es, aparte de inexplicable y grotesca, insoportable: Un control de cambio instaurado desde el 2003, una política económica que ha devaluado el bolívar continuamente desde 1,6 hasta 6,3 u 11 ó 50 por dólar estadounidense, dependiendo de la tasa cambiaria oficial que aplique; pero sin lugar a dudas una devaluación de entre doscientos por ciento y tres mil por ciento… En estos últimos once años… ¿Qué, qué?, ¿Qué, qué? Sí, tal como leíste, para nadie es un secreto, la fuente es oficial: Bcv.org.ve
Aunque es cierto que a veces es mejor ver todo el panorama con la mirada borrosa del Quijote, no vaya a ser que por un exceso de realismo se nos acabe idiosincrasia alegre que siempre ha caracterizado al venezolano, al del mundo de afuera y al del mundo de adentro; no siempre se puede, porque la situación del venezolano no está para chistes.
Otro de los clichés es «Una sensación de inseguridad…», que nada más al escuchar la última palabra nos deja fríos los pies y encogido el estómago, porque hay que ver lo que es vivir en el miedo... Dice El-nacional.com: Las cifras demuestran que el miedo no es, ni mucho menos, gratuito.
El año pasado (2013) murió de forma violenta un venezolano cada veinte minutos, hasta sumar casi 25.000 víctimas, según el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV). Esto último es información publicada el 11 de enero de 2014 en: http://www.el-nacional.com/gda/Venezuela-asesinatos-supera-incluso-Mexico_0_335366461.html
Yo quisiera que este plato especial que estoy preparando tuviera una mejor presentación, quisiera que tuviera menos amargo, menos exceso de radicchio, mas sabores afrutados, más mango y piña, pero estos fueron los ingredientes que me tocaron esta vez.
Ya para despedirme y dejarles el plato listo, vamos a flambearlo con gas natural, del que también es dueño Venezuela. Tal como nos hace saber Pdvsa.com, hoy, 28 de junio de 2014: Venezuela cuenta hoy en día con amplias reservas probadas de gas natural ubicándose como el octavo país del mundo con mayores reservas probadas de gas natural y el primero en América Latina. Y, por si fuera poco:
Listo el plato, para ustedes: ¡Venezuela flambeada! Y perdonen el exceso de radicchio.
Luego
de degustar el plato principal y para acompañar con el espumante, se me ocurre
que los venezolanos deberíamos levantar aún más la voz al Gobierno, por ser quien
crea las políticas en las que se mueve la sociedad y por ser el administrador
de la renta petrolera: ¡Ese petróleo no es tuyo nada más, es mío y es de más de
treinta millones de venezolanos también, así que responde por la renta
petrolera que administras! ¡Responde por la renta petrolera que administras,
responde por la economía! ¡Te exigimos ser para el mundo de adentro, para
Venezuela, lo que es Venezuela para el mundo de afuera: Una bendición! ¡Ya es
hora de que el petróleo produzca calidad de vida para el venezolano, así como
el resto de nuestros recursos! ¡Basta ya de ser luz para afuera y oscuridad pa’
la casa! ¿Qué es lo que estás haciendo con mi país? (Y se me ocurren tantas
cosas más, con vehemencia)
¡Salud!, ¿No te parece, chico?
En la quinta clase vine a encontrar una serie de falsas coincidencias (falsas, porque todos sabemos que las coincidencias no existen, sabemos que todo pasa por algo), una serie de disparadores, que me acorralan con ideas y me llevan a escribir ciertas cosas que ustedes, probablemente, lean.
Bueno, resulta que en esa quinta clase, Cortázar lee un cuento que se llama: Las buenas inversiones. El que desee deleitarse con ese cuento, de la voz del propio Cortázar, sólo debe seguir este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=A_3DYPbIiQw .Y digo que ese cuento se llama; y no que lleva por título, porque para mí un cuento es como algo vivo...
¿Y qué con eso? —dirás tú, querido lector. ¿Y qué con ese cuento de Cortázar?
Pues nada más fíjate en los elementos de ese cuento: Un turista venezolano, un consorcio petrolero venezolano y, pura coincidencia, el personaje principal se llama Gómez.
Adicionalmente, la quinta clase de literatura, donde se incluye ese cuento, es la clase de musicalidad y humor... Por otro lado, en «Realidad y literatura», una de las conferencias que también se incluye en las Clases de literatura, se habla nada más y nada menos de: Realidad latinoamericana, exilio, opresión, violencia…
Ya son mucho más de las doce y tengo un hambre atroz, yo almuerzo a las doce. Tengo el estómago hecho un concierto de chirridos, y una especie de compasión me acerca a Lazarillo de Tormes y sus aventuras. Mi condición famélica me recuerda la clara sensación de hambre que me dejó ese libro al recorrer sus páginas…
De modo que con ese coctel de ingredientes tan jugosos que me ofrecieron las Clases de literatura, por un lado, y, por otro lado, el hambre… A mí se me ha ocurrido una receta de lo más integradora, algo que Sumito Estévez tal vez llamaría cocina fusión: Mezclar Cortázar con petróleo, ponerle una pizca de realidad: opresión, violencia…, agregarle algo de humor y meter a Gómez en eso, entendiéndose que Gómez soy yo.
Manos a la obra, porque el hambre muerde. Para muestra un botón: En el cuento de Cortázar —que ya les mencioné—, un venezolano es sinónimo de petróleo. Para el mundo de afuera, digamos para el globo sin incluir a Venezuela: Un venezolano es sinónimo de petróleo. Y es que Venezuela es, efectivamente, el país del mundo con las mayores reservas probadas de petróleo, según publicado el 9 de abril de 2014 en Dinero.com:
Por otro lado, el documento señala que uno de los logros de este ministerio fue la incorporaron de aproximadamente 1.400 millones de barriles de reservas probadas de petróleo, alcanzando un total de 298.435 millones de barriles normales, “continuando con el posicionamiento estratégico de la República Bolivariana de Venezuela y consolidándose en el primer lugar como país con las mayores Reservas Probadas de Petróleo Certificadas, habiendo desplazado de esta manera al Reino de Arabia Saudita”. - See more at: http://www.dinero.com.ve/din/destacados/producci-n-de-petr-leo-fue-de-278-millones-de-barriles-diarios#sthash.OYQZB26C.dpuf
Según la misma fuente, más del setenta y tres por ciento del petróleo que se produce en Venezuela va para el mundo de afuera:
La producción de petróleo de Venezuela sumó 2,78 millones de barriles diarios en el 2013. De los cuales se enviaron para el mundo de afuera: 2,04 millones de b/d de crudo en exportaciones, según cifras preliminares entregadas recientemente por la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) a la Asamblea Nacional. - See more at: http://www.dinero.com.ve/din/destacados/producci-n-de-petr-leo-fue-de-278-millones-de-barriles-diarios#sthash.OYQZB26C.dpufAsí que tiene mucha razón el mundo de afuera en asociar las palabras: Venezuela y venezolano, con petróleo y petrolero. Sin intenciones de caer en el egocentrismo: Por eso Venezuela es una bendición para el mundo, para el mundo de afuera. Pero no sólo por eso…
¿No les suena familiar esta frase: Venezuela da petróleo y mujeres bellas? O esta: ¿Venezuela, el país con las mujeres más bellas del mundo? A mí me suena, me suena, por eso las incluyo aquí, como parte integral de este plato especial de cocina fusión que estoy preparando.
¡Mujeres bellas! ¡Reinas de belleza! Desde 1979, con Maritza Sayalero, hasta 2013, con Gabriela Isler, Venezuela ha dado al mundo de afuera siete reinas de belleza, ¡seven Miss Universe to the world!. Es decir, a lo largo de la historia, más del veinte por ciento de las Miss Universo han sido venezolanas. ¿Alguien me dio el dato? Sí: http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Miss_Universe_titleholders
Pero no sólo en coronas se mide la producción de belleza en Venezuela, sino en la trayectoria en el certamen de belleza más importante del mundo. Esta trayectoria la detalla muy bien anthony2100forever en: Las 39 clasificaciones de Venezuela en el Miss Universo, en el foro de Univisión.com: http://foro.univision.com/t5/Reinas-de-Venezuela/Las-39-clasificaciones-de-Venezuela-en-Miss-Universo/td-p/442561770: Siete se han coronado como Miss Universo, seis como primeras finalistas, siete como segundas finalistas, cuatro como terceras finalistas, dos como cuartas finalistas, cuatro entre las cinco o seis finalistas y diez entre las diez, doce, quince o dieciséis semi-finalistas.
De modo que Venezuela es un derroche de belleza para el mundo de afuera. ¿Qué más exportamos? ¿Qué más es lo que le damos al mundo, a ese mundo de afuera?
Likedin.com me responde que profesionales, susurra y susurra: Profesionales, muchos profesionales… Sus susurros son ciertos, los he verificado de primera mano. En mi red de contactos, cada vez más, abundan profesionales venezolanos, que no están en Venezuela… Yo no dejo de sentir una cosquilla de alegría por ellos, una cosquilla de satisfacción por el hecho de que sean exitosos más allá de las fronteras locales. Satisfacción que se siente como ver un partido de fútbol de la selección nacional donde no se juega de local y ¡sin embargo, se gana!…
¿Y por qué no están en Venezuela, ellos? ¡Ah, no! ¡Ese es el secreto de la receta de este plato especial!
Lo cierto es que Venezuela no exporta coque, exporta petróleo. Lo cierto es que Venezuela no exporta malandros, exporta profesionales.
Venezuela exporta producto de alto valor para el mundo, recursos no renovables: petróleo, reinas de belleza y profesionales.
Ya les dije que este plato especial no incluye la descripción del secreto de la casa porque, ante todo, un secreto es un secreto. Sólo les diré que el secreto de la casa, por ejemplo el secreto que promueve tanta exportación de recursos profesionales no renovables tiene que ver con la pizca de realidad: economía, opresión, violencia…
Y… Entonces… ¿Qué le queda al mundo de adentro? ¿Qué le dejamos al globo sin el resto de países, exceptuando Venezuela? ¿Qué hace el Estado venezolano con lo que el mundo de afuera le retribuye como pago por el petróleo que recibe, por ejemplo? ¿Qué hay para los venezolanos en Venezuela?
Pues los hechos dicen que ahí aplica el dicho popular: Casa de herrero, cuchillo de palo… Las políticas actuales le dejan a los venezolanos en Venezuela una serie de clichés, veamos.
«Un bolívar fuerte…». «Una inflación galopante…», que parece que va en el caballo blanco de Bolívar o en el Bucéfalo de Alejandro Magno, nunca en el lento Rocinante del Quijote, aunque debería, porque con un precio del barril de petróleo sobre los cien dólares estadounidenses la situación económica de Venezuela es, aparte de inexplicable y grotesca, insoportable: Un control de cambio instaurado desde el 2003, una política económica que ha devaluado el bolívar continuamente desde 1,6 hasta 6,3 u 11 ó 50 por dólar estadounidense, dependiendo de la tasa cambiaria oficial que aplique; pero sin lugar a dudas una devaluación de entre doscientos por ciento y tres mil por ciento… En estos últimos once años… ¿Qué, qué?, ¿Qué, qué? Sí, tal como leíste, para nadie es un secreto, la fuente es oficial: Bcv.org.ve
Aunque es cierto que a veces es mejor ver todo el panorama con la mirada borrosa del Quijote, no vaya a ser que por un exceso de realismo se nos acabe idiosincrasia alegre que siempre ha caracterizado al venezolano, al del mundo de afuera y al del mundo de adentro; no siempre se puede, porque la situación del venezolano no está para chistes.
Otro de los clichés es «Una sensación de inseguridad…», que nada más al escuchar la última palabra nos deja fríos los pies y encogido el estómago, porque hay que ver lo que es vivir en el miedo... Dice El-nacional.com: Las cifras demuestran que el miedo no es, ni mucho menos, gratuito.
El año pasado (2013) murió de forma violenta un venezolano cada veinte minutos, hasta sumar casi 25.000 víctimas, según el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV). Esto último es información publicada el 11 de enero de 2014 en: http://www.el-nacional.com/gda/Venezuela-asesinatos-supera-incluso-Mexico_0_335366461.html
Yo quisiera que este plato especial que estoy preparando tuviera una mejor presentación, quisiera que tuviera menos amargo, menos exceso de radicchio, mas sabores afrutados, más mango y piña, pero estos fueron los ingredientes que me tocaron esta vez.
Ya para despedirme y dejarles el plato listo, vamos a flambearlo con gas natural, del que también es dueño Venezuela. Tal como nos hace saber Pdvsa.com, hoy, 28 de junio de 2014: Venezuela cuenta hoy en día con amplias reservas probadas de gas natural ubicándose como el octavo país del mundo con mayores reservas probadas de gas natural y el primero en América Latina. Y, por si fuera poco:
Las reservas probadas de gas en Venezuela alcanzan los 151 Billones de Pies Cúbicos de gas (BPC), y cuenta con un volumen de 40 billones de reservas posibles y una base de recursos aproximada de 196 billones de BPC, para totalizar un volumen de reservas de 427 billones de pies cúbicos. Según el Ente Nacional del Gas (Enagas), adscrito al Ministerio de Energía y Petróleo, de esta manera nuestro país pasará del octavo al tercer lugar como país con mayores reservas de gas en el mundo y el primero en América Latina.
Listo el plato, para ustedes: ¡Venezuela flambeada! Y perdonen el exceso de radicchio.
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¡Salud!, ¿No te parece, chico?
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Escrito
por: Ambar Gómez
La
foto: Radicchio 2 backlighted (de Brokenarts en Freeimages.com)
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