miércoles, 10 de diciembre de 2014

Navidad 2014


Mi regalo para ustedes: La primera entrada de 2015 será un cuento. 

¡Pasen una feliz Navidad y reciban un próspero Año Nuevo!


Ambar Gómez.

La foto: Christmas flower (De Micky007 en Freeimages.com)

lunes, 1 de diciembre de 2014

Cien años de soledad: Reseña.



Escrita por Gabriel García Márquez y publicada en 1967: Cien años de soledad es la novela que dio a conocer mundialmente al autor colombiano, premio Nobel de literatura en 1982.

Esta obra, tan mágica como realista, destaca con una prosa fresca, que a pesar de contener muchos aspectos reales, muchos dramas y desgracias, está acompañada —diría que en la misma medida— de un aire relajado, divertido, mágico y muchas veces irracional. Este conjunto de características opuestas se amalgaman en la obra y es lo que los críticos de la literatura han denominado: Realismo mágico.

La novela plantea la historia desde los antecedentes del surgimiento de una comunidad: Macondo. La obra tiene como hilo conductor el surgimiento, evolución y extinción de la familia Buendía. Una familia sostenida por las mujeres y empujada por los hombres. 

Así es que, en la lectura, asistimos a la fundación y desarrollo de Macondo, y a medida que se avanza en las páginas vamos conociendo y descubriendo la estirpe de esa familia central, los Buendía, que se crea y se recrea de generación en generación, hasta que el final llega como una ráfaga de iluminación y desamparo que por poco nos arrastra.

Pasajes hermosos, adornados con lluvias de flores amarillas, bandadas de mariposas —también amarillas— que surgen de la nada dando aviso de un secreto; sucesos irracionales, como una lluvia que dura más de cuatro años y un ser humano que vive por años a la intemperie, sentado bajo un castaño: Todo esto, así como el descubrimiento de la alquimia y la auto-proclamación de coroneles y generales, son parte de esta novela. Aunque, la auto-proclamación no sé si debería estar en este apartado a más bien en el que viene.

Por otro lado, esta novela tiene una carga de realismo cuando recrea hechos cotidianos y cuando hace denuncia social sobre un caso como la masacre de los trabajadores de la United Fruit Company. Este hecho es conocido históricamente como la masacre de las bananeras, durante la cual murieron 1800 trabajadores, según aparece documentado en: http://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de_las_Bananeras, y ocurrió en 1928, en Magdalena, Colombia.

El día a día, las rarezas, el olvido, la vejez, la muerte, los desafueros, los amores y desamores de los Buendía y de los habitantes y visitantes del pueblo de Macondo, dan vida a esta maravillosa obra, que se bate en la zozobra de una guerra absurda y que, sin duda alguna, merece ser leída.

Durante la lectura puede ser útil dibujar el mapa genealógico de los Buendía, pues García Márquez tuvo la invención de que los nombres de los miembros de la familia Buendía se perpetuaran de generación en generación, con algunas excepciones y variantes en las últimas generaciones, y son varias generaciones... De modo que resulta divertido, aunque puede llegar a ser tortuoso, mantener el hilo de la historia debido a esta particularidad de la obra —sí, García Márquez refleja así un maravilloso aire travieso.


¡Diviértanse, y descubran si es verdad que los hijos de dos familiares cercanos nacen con cola de puerco!

Escrito por: Ambar Gómez 

La foto: A maidenhair (de Skyro, en Freeimages.com)

miércoles, 19 de noviembre de 2014

¡A veces me dan ganas de…!


Apuesto a que ya han recibido o compartido más de un meme de la Rana René, con la típica frase: ¡A veces me dan ganas de…!

Con una carga de humor auténtica, irresistible, los memes de la Rana René le vienen sacando sonrisas a miles de personas, gracias a Internet. ¿Pero... habrá algo más detrás de la risa que producen?

Este fenómeno, según El Heraldo, comenzó en enero de 2014: Cuando los usuarios de Instagram comenzaron a postear imágenes de René (o Kermit en inglés) con el tag #kermitmemes, donde se veía al personaje mostrando su desdén ante situaciones cotidianas (Leer más en: http://www.elheraldo.hn/vida/763830-331/el-origen-de-los-memes-de-la-rana-ren%C3%A).

Pero más que desdén, en mi opinión, el efecto viral de los memes de la Rana René (Rana Gustavo en España, según http://es.wikipedia.org/wiki/The_Muppets) tiene un acento positivo, liberador y reflexivo, en todo aquel que los lee a través de las redes sociales. 

Y es que las redes sociales, a veces, se cargan de tanta mala noticia que la cara verde de esta rana, tan particular y famosa, nos recuerda que aunque las cosas no vayan muy bien y aunque el impulso primario, que en ciertas circunstancias nos arrebata, sea algo como: ¡A veces me dan ganas de…! Si uno respira hondo y piensa, sobre todo lo segundo: Si uno piensa, el impulso se apacigua y termina en algo como: …y se me pasa.

Un  meme es un acto cultural que es tomado por los usuarios de Internet y replicado de distintas maneras: desde la imitación del fenómeno a el uso de ese hecho en sí en distintos escenarios y circunstancias (Leer más en: http://www.infotechnology.com/internet/Que-es-un-meme-y-cual-es-su-origen-20131111-0002.html#sthash.GAhVI1os.dpuf)

 Y para ahondar un poco más, según: http://es.wikipedia.org/wiki/Meme, un meme es:
 En las teorías sobre la difusión cultural, la unidad teórica de información cultural transmisible de un individuo a otro, o de una mente a otra, o de una generación a la siguiente. Es un neologismo acuñado por Richard Dawkins en: El gen egoísta (The Selfish Gene), por la semejanza fonética con «gene» —gen en idioma inglés— y para señalar la similitud con «memoria» y «mimesis».

De modo que sí es algo más que risa lo que nos producen los memes de la Rana René. Estos memes son un recordatorio de una de las características del ser humano que lo distinguen de las otras especies del reino animal: La capacidad de pensar. 

Y estos memes, me recuerdan, también, la famosa frase de Descartes: Pienso, luego existo… ¡Ah! ¡Generalmente hay tanto detrás de la risa! ¡Jajaja! ¡Disfruten, creen, compartan los memes!

Para cerrar, quisiera felicitar al pionero difusor de estos memes, pero nadie sabe de su paradero entre tantas redes sociales.


Escrito por: Ambar Gómez

La foto: Meme de la Rana René (en: httpswww.facebook.compagesMemes-de-la-rana-rene618210274964812)



martes, 4 de noviembre de 2014

Don Quijote de La Mancha: Reseña


Don Quijote de La Mancha es una novela escrita por Miguel de Cervantes Saavedra. La novela está compuesta por dos libros: El primero se publicó en el año 1605, bajo el título: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, y el segundo se publicó en 1615, bajo el título: El ingenioso caballero don Quijote de La Mancha.

Aun cuando formalmente esa es la estructura de este libro, es en realidad muchos libros en uno, dada la cantidad de aventuras que encarnan sus personajes a lo largo y ancho de la geografía española, y dado que hoy día tenemos a la mano un volumen que contiene ambos libros.

¡Esta novela tiene, sin duda, uno de los mejores comienzos que conozco!: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.»

Bajo la encantadora y trastornada mirada del personaje principal, un hombre de unos cincuenta años que enloqueció por tanto leer libros de caballería: Don Quijote, Miguel de Cervantes nos hace partícipes de un mundo cargado de belleza, de locura, pero también de realismo y de humor. Un mundo donde los molinos se convierten en gigantes, las mujeres comunes en princesas, los frailes en encantadores, y así, bajo esa mirada, el escritor recrea la vida de hombres y mujeres en la España de la época, que en muchos aspectos la constituyen los mismos avatares de la vida del hombre a lo largo de la historia de la humanidad. A ratos, el humor se ausenta de la obra, y viene una carga de realismo, que no dura mucho, pues la locura de don Quijote no sana, de modo que su mirada febril nos contagia durante la mayor parte de la obra, también sus inclinaciones por el bien, y su presencia estrambótica y mágica nos acompaña durante todas las aventuras que se viven, pues estas no solo se narran.

Junto a don Quijote aparece la figura de Sancho Panza, su fiel escudero, como una sombra. Este par de personajes viene a representar una especie de perfectos opuestos en equilibrio, en muchos aspectos: Don Quijote está loco, Sancho no. Don Quijote es «seco de carnes», Sancho no. Don Quijote sabe leer y escribir, Sancho no. Don Quijote usa un lenguaje muy rico y repujado, Sancho no.

Esta obra es una pieza icónica de la literatura española y de la literatura en español, y dado que fue escrita hace más de cuatrocientos años, es muy probable que sea necesario un diccionario para comprender muchos de los nombres de las comidas, de la indumentaria y, en general, del léxico de la época; pero sin duda alguna vale la pena.

Para cerrar, le dejo esta frase a quien lea estas líneas, pues lo más probable es que sea un aficionado a leer, tal como el Quijote lo era:
«… y como soy aficionado a leer, aunque sean los papeles rotos de las calles, llevado de esta mi natural inclinación tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía…»


Escrito por: Ambar Gómez
Para la aplicación: LibreroETC, @LibreroETC
La foto: Don Quixote windmills in La Mancha, Castille (de Paul Gill, en Freeimages.com)

miércoles, 24 de septiembre de 2014

La metamorfosis: Reseña



La metamorfosis es una novela escrita por Franz Kafka, publicada en el año 1915. Es una novela corta, donde el personaje principal es Gregorio Samsa, un joven que trabaja como comerciante para mantener a su familia: Madre (la señora Samsa), padre (el señor Samsa) y hermana (Grete).

El eje de la historia es el ámbito laboral, alrededor del cual gira, como un satélite, el ámbito familiar.

En un principio Gregorio trabaja y mantiene a su familia, motivo por el cual todos los demás miembros reposan plácidamente mientras esa responsabilidad la asume, completamente, él; aunque no la disfrute en absoluto. Pero a partir de la metamorfosis, se le hace imposible continuar siendo el sostén familiar.

De allí que, a partir de la metamorfosis, la historia empieza a girar con un nuevo ritmo: La familia entra en crisis, y ese ritmo está dado por la vida laboral que va desarrollando cada uno de los otros personajes, los cuales comienzan a producir, con sus respectivos trabajos, el sostén económico para la familia; mientras Gregorio ve reducida su vida a su propia habitación en casa, a la atención y comida que su hermana Grete le ofrece, al desprecio y las miradas esquivas del Gerente, de su madre, de su padre, de los inquilinos y de la criada.

El destino de Gregorio es implacable, y no tarda en llegar.

Esta enigmática novela, pareciera denunciar, por un lado, el endurecimiento de la familia ante sus miembros desvalidos; y, por otro lado, la preponderancia de la necesidad frente a la felicidad, y el abuso del poder en el ámbito laboral. Aunque, por supuesto, la verdadera denuncia que quiso expresar el autor al escribir esta historia, si es que fue una denuncia, es un enigma que él se llevó consigo, como han hecho tantos autores conocidos.

Sin embargo, me parece interesante, y muy apropiado, citar aquí parte de una entrevista que leí hace algún tiempo y que tal vez sea como un mensaje que te acerque, como lector, a esta novela de Kafka:
—¿Cuándo empezaste a interesarte en la novela?
—Más tarde. Cuando estaba en la universidad, en primer año de Derecho (debía tener unos diecinueve años) y leí La metamorfosis. Ya hablamos de aquella revelación. Recuerdo la primera frase: «Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en la cama convertido en un enorme insecto». «Coño», pensé, «así hablaba mi abuela». Fue entonces cuando la novela empezó a interesarme. Cuando decidí leer todas las novelas importantes que se hubiesen escrito desde el comienzo de la humanidad.

Esa fue la respuesta que dio Gabriel García Márquez, en entrevista con Plinio Apuleyo Mendoza, según consta en el maravilloso libro: El olor de la guayaba.


Escrito por: Ambar Gómez
Para la aplicación: LibreroETC, @LibreroETC
La Foto: Dragonfly eyes (de Andreas Krappweis en Freeimages.com)

martes, 26 de agosto de 2014

Luciérnagas



«No me parece que la luciérnaga extraiga mayor suficiencia del hecho incontrovertible de que es una de las maravillas más fenomenales de este circo, y sin embargo basta suponerle una conciencia para comprender que cada vez que se le encandila la barriguita el bicho de luz debe sentir como una cosquilla de privilegio.»


Julio Cortázar: Capítulo I, Rayuela.



Es agosto, y en algún lado es verano. Las ruedas de las bicicletas giran en la oscuridad, y huele a pasto. Allá entre los árboles deben estar, empezando a titilar. Allá vamos, a verlas danzar.

Dicen que las luciérnagas aparecen en las noches de aire caliente. Dicen que las luciérnagas forman parte de los lampíridos, una familia de coleópteros polífagos... Dicen que tienen órganos bioluminiscentes en el abdomen, que esos órganos contienen luciferina y que cuando las luciérnagas respiran producen luz. Dicen que el oxígeno y la luciferina, en presencia de una enzima llamada luciferasa, producen luz… ¡Luz, luciferina, luciferasa!, ¡luz, luciferina, luciferasa!, ¡luz, luciferina, luciferasa!

¡Ah! ¡Pero no se trata tan sólo de respirar, para que se produzca la luz! Se trata de respirar con intenciones, con segundas intenciones. ¿Segundas intenciones? Dicen que intenciones románticas. O intenciones depredadoras, copiarse el patrón luminoso de otro bicho para hacer que se acerque y ¡zas!: Depredar. Eso es lo que dicen, aunque tal vez hay en este monte otros bichos que sólo brillan porque vinieron a brillar.

Detrás de la luz: Intención
Detrás de la luz: Voluntad
Prende y apaga, prende y apaga:
Amarillo verdoso
en aire caliente
Intermitente,
maravilloso:
Bicho de Luz.

¡Luz, luciferina, luciferasa!, ¡luz, luciferina, luciferasa!, ¡luz, luciferina, luciferasa! ¡Ya las vimos, ahora vamos de vuelta a casa!


Escrito por: Ambar Gómez
La foto: great-smoky-mountains-lightning-bugs en Firefly.org

martes, 8 de julio de 2014

Venezuela flambeada



«Apreciar sabores indudablemente es un hecho cultural, pero venimos al mundo con predisposiciones genéticas que nos llevan a aceptar de plano un tipo de sabores y rechazar otros. Basta con experimentar dándole a un recién nacido un trozo de rojo radicchio o un sorbo de té hecho con yerba mate, para entender que faltarán años antes de que esa criatura descubra la sensualidad espesa detrás de los cien mil tonos dulces de lo amargo»

Sumito Estévez (No te angusties amor, nadie te obliga) en:




Estuve tomando unas Clases de literatura con Julio Cortázar, gracias a Carles Álvarez y a Alfaguara. No fueron clases normales, de esas de entrar en un aula, ver al profesor de frente, tomar apuntes, intervenir; no. Fueron más bien unas clases a distancia, unas clases que se dieron por allá en 1980 y por allá en Berkeley, en la Universidad de California, para ser más exactos. Clases que vine yo a recibir aquí —digamos en otro lugar— y en el 2014.

En la quinta clase vine a encontrar una serie de falsas coincidencias (falsas, porque todos sabemos que las coincidencias no existen, sabemos que todo pasa por algo), una serie de disparadores, que me acorralan con ideas y me llevan a escribir ciertas cosas que ustedes, probablemente, lean.

Bueno, resulta que en esa quinta clase, Cortázar lee un cuento que se llama: Las buenas inversiones. El que desee deleitarse con ese cuento, de la voz del propio Cortázar, sólo debe seguir este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=A_3DYPbIiQw .Y digo que ese cuento se llama; y no que lleva por título, porque para mí un cuento es como algo vivo...


¿Y qué con eso? —dirás tú, querido lector. ¿Y qué con ese cuento de Cortázar?


Pues nada más fíjate en los elementos de ese cuento: Un turista venezolano, un consorcio petrolero venezolano y, pura coincidencia, el personaje principal se llama Gómez. 


Adicionalmente, la quinta clase de literatura, donde se incluye ese cuento, es la clase de musicalidad y humor... Por otro lado, en «Realidad y literatura», una de las conferencias que también se incluye en las Clases de literatura, se habla nada más y nada menos de: Realidad latinoamericana, exilio, opresión, violencia…


Ya son mucho más de las doce y tengo un hambre atroz, yo almuerzo a las doce. Tengo el estómago hecho un concierto de chirridos, y una especie de compasión me acerca a Lazarillo de Tormes y sus aventuras. Mi condición famélica me recuerda la clara sensación de hambre que me dejó ese libro al recorrer sus páginas…


De modo que con ese coctel de ingredientes tan jugosos que me ofrecieron las Clases de literatura, por un lado, y, por otro lado, el hambre… A mí se me ha ocurrido una receta de lo más integradora, algo que Sumito Estévez tal vez llamaría cocina fusión: Mezclar Cortázar con petróleo, ponerle una pizca de realidad: opresión, violencia…, agregarle algo de humor y meter a Gómez en eso, entendiéndose que Gómez soy yo.


Manos a la obra, porque el hambre muerde. Para muestra un botón: En el cuento de Cortázar —que ya les mencioné—, un venezolano es sinónimo de petróleo. Para el mundo de afuera, digamos para el globo sin incluir a Venezuela: Un venezolano es sinónimo de petróleo. Y es que Venezuela es, efectivamente, el país del mundo con las mayores reservas probadas de petróleo, según publicado el 9 de abril de 2014 en Dinero.com:



Por otro lado, el documento señala que uno de los logros de este ministerio fue la incorporaron de aproximadamente 1.400 millones de barriles de reservas probadas de petróleo, alcanzando un total de 298.435 millones de barriles normales, “continuando con el posicionamiento estratégico de la República Bolivariana de Venezuela y consolidándose en el primer lugar como país con las mayores Reservas Probadas de Petróleo Certificadas, habiendo desplazado de esta manera al Reino de Arabia Saudita”. - See more at: http://www.dinero.com.ve/din/destacados/producci-n-de-petr-leo-fue-de-278-millones-de-barriles-diarios#sthash.OYQZB26C.dpuf

Según la misma fuente, más del setenta y tres por ciento del petróleo que se produce en Venezuela va para el mundo de afuera:



La producción de petróleo de Venezuela sumó 2,78 millones de barriles diarios en el 2013. De los cuales se enviaron para el mundo de afuera: 2,04 millones de b/d de crudo en exportaciones, según cifras preliminares entregadas recientemente por la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) a la Asamblea Nacional. - See more at: http://www.dinero.com.ve/din/destacados/producci-n-de-petr-leo-fue-de-278-millones-de-barriles-diarios#sthash.OYQZB26C.dpuf
Así que tiene mucha razón el mundo de afuera en asociar las palabras: Venezuela y venezolano, con petróleo y petrolero. Sin intenciones de caer en el egocentrismo: Por eso Venezuela es una bendición para el mundo, para el mundo de afuera. Pero no sólo por eso…


¿No les suena familiar esta frase: Venezuela da petróleo y mujeres bellas? O esta: ¿Venezuela, el país con las mujeres más bellas del mundo? A mí me suena, me suena, por eso las incluyo aquí, como parte integral de este plato especial de cocina fusión que estoy preparando.


¡Mujeres bellas! ¡Reinas de belleza! Desde 1979, con Maritza Sayalero, hasta 2013, con Gabriela Isler, Venezuela ha dado al mundo de afuera siete reinas de belleza, ¡seven Miss Universe to the world!. Es decir, a lo largo de la historia, más del veinte por ciento de las Miss Universo han sido venezolanas. ¿Alguien me dio el dato? Sí: http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Miss_Universe_titleholders


Pero no sólo en coronas se mide la producción de belleza en Venezuela, sino en la trayectoria en el certamen de belleza más importante del mundo. Esta trayectoria la detalla muy bien anthony2100forever en: Las 39 clasificaciones de Venezuela en el Miss Universo, en el foro de Univisión.com: http://foro.univision.com/t5/Reinas-de-Venezuela/Las-39-clasificaciones-de-Venezuela-en-Miss-Universo/td-p/442561770: Siete se han coronado como Miss Universo, seis como primeras finalistas, siete como segundas finalistas, cuatro como terceras finalistas, dos como cuartas finalistas, cuatro entre las cinco o seis finalistas y diez entre las diez, doce, quince o dieciséis semi-finalistas.


De modo que Venezuela es un derroche de belleza para el mundo de afuera. ¿Qué más exportamos? ¿Qué más es lo que le damos al mundo, a ese mundo de afuera?


Likedin.com me responde que profesionales, susurra y susurra: Profesionales, muchos profesionales… Sus susurros son ciertos, los he verificado de primera mano. En mi red de contactos, cada vez más, abundan profesionales venezolanos, que no están en Venezuela… Yo no dejo de sentir una cosquilla de alegría por ellos, una cosquilla de satisfacción por el hecho de que sean exitosos más allá de las fronteras locales. Satisfacción que se siente como ver un partido de fútbol de la selección nacional donde no se juega de local y ¡sin embargo, se gana!…


¿Y por qué no están en Venezuela, ellos? ¡Ah, no! ¡Ese es el secreto de la receta de este plato especial!


Lo cierto es que Venezuela no exporta coque, exporta petróleo. Lo cierto es que Venezuela no exporta malandros, exporta profesionales.


Venezuela exporta producto de alto valor para el mundo, recursos no renovables: petróleo, reinas de belleza y profesionales.


Ya les dije que este plato especial no incluye la descripción del secreto de la casa porque, ante todo, un secreto es un secreto. Sólo les diré que el secreto de la casa, por ejemplo el secreto que promueve tanta exportación de recursos profesionales no renovables tiene que ver con la pizca de realidad: economía, opresión, violencia…


Y… Entonces… ¿Qué le queda al mundo de adentro? ¿Qué le dejamos al globo sin el resto de países, exceptuando Venezuela? ¿Qué hace el Estado venezolano con lo que el mundo de afuera le retribuye como pago por el petróleo que recibe, por ejemplo? ¿Qué hay para los venezolanos en Venezuela?


Pues los hechos dicen que ahí aplica el dicho popular: Casa de herrero, cuchillo de palo… Las políticas actuales le dejan a los venezolanos en Venezuela una serie de clichés, veamos.


«Un bolívar fuerte…». «Una inflación galopante…», que parece que va en el caballo blanco de Bolívar o en el Bucéfalo de Alejandro Magno, nunca en el lento Rocinante del Quijote, aunque debería, porque con un precio del barril de petróleo sobre los cien dólares estadounidenses la situación económica de Venezuela es, aparte de inexplicable y grotesca, insoportable: Un control de cambio instaurado desde el 2003, una política económica que ha devaluado el bolívar continuamente desde 1,6 hasta 6,3 u 11 ó 50 por dólar estadounidense, dependiendo de la tasa cambiaria oficial que aplique; pero sin lugar a dudas una devaluación de entre doscientos por ciento y tres mil por ciento… En estos últimos once años… ¿Qué, qué?, ¿Qué, qué? Sí, tal como leíste, para nadie es un secreto, la fuente es oficial: Bcv.org.ve


Aunque es cierto que a veces es mejor ver todo el panorama con la mirada borrosa del Quijote, no vaya a ser que por un exceso de realismo se nos acabe idiosincrasia alegre que siempre ha caracterizado al venezolano, al del mundo de afuera y al del mundo de adentro; no siempre se puede, porque la situación del venezolano no está para chistes.


Otro de los clichés es «Una sensación de inseguridad…», que nada más al escuchar la última palabra nos deja fríos los pies y encogido el estómago, porque hay que ver lo que es vivir en el miedo... Dice El-nacional.com: Las cifras demuestran que el miedo no es, ni mucho menos, gratuito. 


El año pasado (2013) murió de forma violenta un venezolano cada veinte minutos, hasta sumar casi 25.000 víctimas, según el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV). Esto último es información publicada el 11 de enero de 2014 en: http://www.el-nacional.com/gda/Venezuela-asesinatos-supera-incluso-Mexico_0_335366461.html


Yo quisiera que este plato especial que estoy preparando tuviera una mejor presentación, quisiera que tuviera menos amargo, menos exceso de radicchio, mas sabores afrutados, más mango y piña, pero estos fueron los ingredientes que me tocaron esta vez.


Ya para despedirme y dejarles el plato listo, vamos a flambearlo con gas natural, del que también es dueño Venezuela. Tal como nos hace saber Pdvsa.com, hoy, 28 de junio de 2014: Venezuela cuenta hoy en día con amplias reservas probadas de gas natural ubicándose como el octavo país del mundo con mayores reservas probadas de gas natural y el primero en América Latina. Y, por si fuera poco:



Las reservas probadas de gas en Venezuela alcanzan los 151 Billones de Pies Cúbicos de gas (BPC), y cuenta con un volumen de 40 billones de reservas posibles y una base de recursos aproximada de 196 billones de BPC, para totalizar un volumen de reservas de 427 billones de pies cúbicos. Según el Ente Nacional del Gas (Enagas), adscrito al Ministerio de Energía y Petróleo, de esta manera nuestro país pasará del octavo al tercer lugar como país con mayores reservas de gas en el mundo y el primero en América Latina.


Listo el plato, para ustedes: ¡Venezuela flambeada! Y perdonen el exceso de radicchio.



***

Luego de degustar el plato principal y para acompañar con el espumante, se me ocurre que los venezolanos deberíamos levantar aún más la voz al Gobierno, por ser quien crea las políticas en las que se mueve la sociedad y por ser el administrador de la renta petrolera: ¡Ese petróleo no es tuyo nada más, es mío y es de más de treinta millones de venezolanos también, así que responde por la renta petrolera que administras! ¡Responde por la renta petrolera que administras, responde por la economía! ¡Te exigimos ser para el mundo de adentro, para Venezuela, lo que es Venezuela para el mundo de afuera: Una bendición! ¡Ya es hora de que el petróleo produzca calidad de vida para el venezolano, así como el resto de nuestros recursos! ¡Basta ya de ser luz para afuera y oscuridad pa’ la casa! ¿Qué es lo que estás haciendo con mi país? (Y se me ocurren tantas cosas más, con vehemencia)


¡Salud!, ¿No te parece, chico?

***



Escrito por: Ambar Gómez

La foto: Radicchio 2 backlighted (de Brokenarts en Freeimages.com)

domingo, 1 de junio de 2014

Overnight





—Esta gente de la tripulación debe haber hecho un curso para manejar el ridículo, algo así como esos cursos para manejar el estrés…
—Mario, ellos están haciendo su trabajo.
—Y lo llamas trabajo. Muecas al final del pasillo y lo llamas trabajo. Jajaja.
—Horario. Uniforme. Sueldo. ¿Se llama trabajo, no?
—Jajaja… No sé… Yo me pregunto si alguien les está parando… Les está prestando atención, quiero decir. Tienen algo de comediantes, ellos, los de la tripulación. Hacen una stand-up-comedy en cada vuelo: Señoras y señores, antes de que tengamos el agua al cuello... Jajaja… Antes de que tengamos el agua al cuello no está permitido inflar los chalecos salvavidas que están debajo del asiento que está frente a usted… Pero, ya sabe, tiene que esperar hasta tener el agua al cuello, en caso de un amerizaje, o la soga al cuello, en caso de un aterrizaje… Jajaja…
—Déjalos tranquilos, Mario. Ojalá nunca te toque usar un chaleco salvavidas.
—Seguro lo dices porque siempre viajamos juntos… Y, por concomitancia, si yo tengo que usar el chaleco tú también tienes que usarlo…
—Mmm… Sí, Mario, sólo lo digo por concomitancia…

«La Tierra es inmensa y redonda, y nos deja caminar
sobre su lomo. Debe sentir cosquillas, la Tierra, con nues-
tras pisadas, con nuestro andar, con tanto ir y venir, ¡válgame
Dios, lo que sentirá la Tierra con todos nosotros encima,
somos muchos, y cada día somos más!»

—Mario… Alguien debería usar este eslogan en las maquinitas expendedoras de condones: ¡Mejor úselos, somos muchos! Es tremenda frase, ¿no te parece?
—Jajaja, ¡Laura…! ¿Mejor úselos?... Jajaja, ¿de dónde sacas esas cosas?... ¿En qué estás pensando tú?
—Ah, no. No vengas con tus cosas. Ningún estoy pensando en eso. Hablo de la frase. Vinimos de comisión, que te quede bien claro.
—Vinimos de comisión (torciendo la boca). Que te quede bien claro (torciendo aún más la boca). Ni que fuera la primera vez. Jajaja. Bueno… Si no estabas pensando en… ¿En qué estabas pensando?
—Pues en esto que leí en la revista. Me parece una frase maravillosa, la última parte.
—A ver, ¿para ver?:

«La Tierra es inmensa y redonda, y nos deja caminar
sobre su lomo. Debe sentir cosquillas, la Tierra, con nues-
tras pisadas, con nuestro andar, con tanto ir y venir, ¡válgame
Dios, lo que sentirá la Tierra con todos nosotros encima,
somos muchos, y cada día somos más!»

—¿La leíste…?
—Jajaja… Sí… Jajaja…
—¿Qué? ¿De qué te ríes?
—De lo que sentirá la Tierra con nosotros encima… Jajaja… ¡Laura…!
—Eres de lo peor, Mario. Me cambiaría de asiento, si fuera por mí, pero éste avión va repleto. Sería capaz de estar en la cabina, bien lejos de tu morbo.
—¡Perdón!, Sra. Seriedad. No puede uno hacer de algo… Un chiste. Mira que yo necesito del humor para sobrevivir. Y fíjate que dije: Sobrevivir; no dije: Vivir.
—¿Humor? Humor negro, será…
—Ahí tienes razón. Negro. Negro pero necesario, como un café en la mañana. ¡Qué va, no se puede vivir entre tanta cosa inmunda sin un poco de humor! El humor me ayuda a respirar, Laura. El humor es como un salvavidas en caso de amerizaje, o como un VapoRub… Jajaja… Como un VapoRub… Sobre todo si lo que uno viene respirando ese aire con gases… Jajaja. Y, que te quede claro: Gases lacrimógenos y gases de los otros…, también. Seamos sinceros, que esa situación es un gran… Jajaja.
—¡Dios! Gases de los otros también... Casi te agradezco que los llames así y no de la otra manera…
—Es por puro respeto a ti. Porque si fuera por mí los llamo como se llaman en la escuela…
—Bueno, bueno, mejor empiezo con las concesiones: Tienes razón, en lo del humor. Necesitamos humor, y amor... Pero trata de ponerle un poquito de cloro al humor, a ver si se blanquea, ¿será que puedes, por favor?
—Jajaja, ¡cloro! Madre mía, pobre de mí, pobre de mí, ¡seis horas en este avión, contigo al lado!... Está bien, Laura, como tú digas, cloro con eso y sigamos hablando del humor, pero no del negro, ya sé.
—Aja.
—¡Gracias por el interés! ¡Eso lo motiva a uno de una manera…! ¡Me dejaste ciego, sordo, mudo…! Jajaja. Hay muchos tipos de humor. Por ejemplo, el humor acuoso. Jajaja.
—¡Mario!¡Por favor!
­—Escúchame sólo esta parte. Esta parte nada más. El humor acuoso. Yo aprendí mucho sobre ese humor transportándome en metro. Jajaja. Es una cosa impresionante, Laura. Uno viaja en metro y se vuelve un maestro del humor acuoso… Jajaja. Nadie lo quiere, pero él siempre está presente, sale por todos los poros. Todas las mujeres le ponen justo esa cara que tú estás poniendo. Y… Está bien, queda cerrada la disertación sobre el humor acuoso… Pero tú sabes que…
 —¡Mario!
—Ya viene el aeromozo… Jajaja... Aeromozo… Mmm, quiero decir: Ya viene el almuerzo…
—Qué bueno, vas a tener la boca un poco ocupada por un rato.
—Mmm…
—¿Qué?
—No… Nada…
—¿Qué?
—Mejor no me des ideas, Laura. Eso de la boca ocupada. Jajaja. Tú siempre sueltas las palabras de una manera, parece que no supieras con quién andas… Jajaja. Andas conmigo, Laura, andas conmigo, un peligro con las palabras.
—Dios mío, haz que el almuerzo llegue pronto, por favor…
—Puedes darle ideas a Dios, también. Puedes decirle, por ejemplo, que nos mande un poquito de turbulencia para la parte delantera del avión, de manera que el-la aeromozo-za salpique a alguien, se entretenga limpiando con servilleta mientras el seguro de las ruedas del carrito se libera y la comida y las bandejitas vienen a dar justo al A y B de la 21, fondo del pasillo derecho, a la derecha… Más claro no canta un gallo. Rápido. Nada mal. ¿Te imaginas el carrito rodando solo por todo el pasillo?... Jajaja. Y el-la aeromozo-za detrás, corriendo como una… como un-una loco-ca… Jajaja.
—¿Viste que hay otra revista aquí, Mario? ¿Justo frente a tu asiento?
—No la había visto, pero está bien. ¿Esta, no? La ponen justo al lado de la bolsa para el vómito, no sé si es una indirecta o qué. Jajaja. Bueno, voy a ver si hay algo interesante, algunas caricaturas. Quino, Plantu, Rayma, alguien que me ayude por favor.
—Gracias, Dios mío.
—De nada, amor mío.
—Eres increíble, de verdad, Mario.
— ¡Cuantos piropos! De nada, mi amor. Jajaja. Bueno, deja mis costillas tranquilas y tu codo quieto. Me rindo, tú ganas, voy a leer la revista.
—Gracias.
—No hay de qué. ¡Ah, mira! Agencia de festejos, especialistas en bodas… Laura, tú y yo deberíamos enseriarnos de una vez por todas. Dejar este bochinche y enseriarnos de una vez por todas.
—Mmm…
—¿Mmm qué?
—Mmm… enseriarse contigo, Mario… Eso es misión…
—No es misión imposible, nada de James Bond ni dónde están los ladrones. Si tú me dejas lo puedo intentar. Mira que justo abro la revista y aparece el anuncio de la boda. Yo no sé, Laura, pero me parece que es una señal.
—No te burles de mí, la que cree en señales aquí soy yo. Es más, creo que he estado recibiendo una señal durante todo el vuelo…
—¡No es burla! Esto es algo del destino, me parece una señal, Laura. Ok. Ok. Me rindo otra vez. Deja mis costillas y tu codo en paz. Pero vuelvo y te digo, si tú me dejas yo lo puedo intentar. Yo soy un tipo serio, Laura, lo que pasa es que esta situación me tiene… Y el humor… El humor es como chicle de menta, Laura, te quita el mal sabor de la boca… Y luego, con una boca limpia, Laura… Mmm… Jajaja.

***

—Esta vez siento mucho jet-lag, y eso que me vine… no en jet, precisamente. Jajaja.
—Ja. Ja. Muy gracioso, Mario.
—Pues sí. Ven, déjame ayudarte con el equipaje. Una de las cosas buenas de ser hombre: Viajar con el treinta por ciento del equipaje de una mujer. Los números no mienten, ni los niños, ni los borrachos. Por eso es que yo no miento, Laura. Jajaja.
—Bueno, tendrás razón en lo del equipaje, pero como viajas conmigo qué le vas a hacer.
—Es un placer viajar contigo, madame, Sra. Laura… Laura-Seriedad-Díaz-Borges-Muy-Pronto-De-Rojas-Porque-Tengo-Fe-Y-Estoy-Trabajando-Duro-Y-Rezando-Bastante. Jajaja. Y lo que voy a hacer es encargarme de tu equipaje. Yo me encargo.

***

Cuando le dije a Laura lo del humor ella creyó que era jugando, pero no, resulta que es muy en serio. Necesito reírme de las cosas porque si no… Si no, no puedo más con esta situación, con todo lo que está pasando… Pero eso Laura no lo entiende, ni yo le insisto. Por eso, nada mejor que poder ponerme a cavilar en la madrugada, yo solo, aprovechar que ya cenamos, que ya hicimos check-in, que ya hicimos the-love y que ya Laura se durmió. Siempre me pasa lo mismo, siempre que salimos de comisión. Es cuestión de horas el viaje, pero apenas bajo del avión ya tengo esa sensación de entrar en otra cosa, de entrar en otro mundo, que obviamente no es el mío pero no importa porque se está mejor. El swap en el cerebro, inglés por español. Ya no queda nada de español, ahora todo es inglés. Prepárate con el abrigo bien puesto, las manos en los guantes, que entramos en otra cosa.

Pero a pesar de estar en otra cosa también estoy en las redes y leo y veo y… Parece mentira… Sé que cuando vuelva voy a encontrar las mismas calles, los mismos edificios, las mismas casas aunque sé que en el fondo no serán las mismas… Faroles que han sido testigos de tantas cosas, tanta lluvia, tantos besos, tantos robos… Sé que me van a alumbrar desde arriba, sus bombillos, con el mismo voltaje de siempre pero con una energía que viene de agua que ha recorrido el río de otra manera, agua que viene de otra lluvia que ha caído en otro tiempo y en otro lugar y aunque yo sepa que el agua es la misma, que el río es el mismo, que la represa es la misma, no me cabe duda de que cuando vuelva todo será distinto, espero encontrar el río menos percudido y la gente más feliz que antes. Que antes, cuando lo del overnight.


Si hasta hace nada mi casa era mi casa, mi calle era mi calle y mi ciudad mi ciudad. Pero vino el overnight. Y al amanecer ya mi calle no era mi calle sino un despliegue policial atroz contra gente que protesta sin violencia. Gente que protesta porque también ha sentido en carne propia el overnight. Porque fueron al mercado y sólo les alcanzó para comprar la mitad de lo que compraban la semana anterior. Overnight. Y compraron lo que había; no lo que querían. Overnight. Pero si un dólar ayer me costaba la mitad. Overnight. Hoy te cuesta el doble que ayer. Overnight. Ahora vas a hacer el mismo trabajo pero te van a pagar la mitad, eso a nadie le gusta. Overnight. Pero si ayer esta era mi calle, pero si esta era mi casa, pero si este era mi país… Y yo ayer caminaba por mi calle y por mi ciudad y por… Overnight. Ve a ver lo que vas a hacer. Overnight. Si protestas te meten preso. Overnight. Si marchas, también. Overnight. Ve a ver lo que vas a hacer. ¡Pero si mi hijo no es delincuente; es estudiante! Overnight. Señora, él estaba protestando y eso es delincuencia también. Overnight.


Escrito por: Ambar Gómez
La foto: Twilight (de Greeeker, en Freeimages.com)