Don
Quijote de La Mancha es una novela escrita por Miguel de Cervantes Saavedra. La
novela está compuesta por dos libros: El primero se publicó en el año 1605,
bajo el título: El ingenioso hidalgo don
Quijote de la Mancha, y el segundo se publicó en 1615, bajo el título: El ingenioso caballero don Quijote de La
Mancha.
Aun
cuando formalmente esa es la estructura de este libro, es en realidad muchos
libros en uno, dada la cantidad de aventuras que encarnan sus personajes a lo
largo y ancho de la geografía española, y dado que hoy día tenemos a la mano un
volumen que contiene ambos libros.
¡Esta
novela tiene, sin duda, uno de los mejores comienzos que conozco!: «En un lugar
de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía
un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo
corredor.»
Bajo
la encantadora y trastornada mirada del personaje principal, un hombre de unos
cincuenta años que enloqueció por tanto leer libros de caballería: Don Quijote,
Miguel de Cervantes nos hace partícipes de un mundo cargado de belleza, de locura,
pero también de realismo y de humor. Un mundo donde los molinos se convierten
en gigantes, las mujeres comunes en princesas, los frailes en encantadores, y
así, bajo esa mirada, el escritor recrea la vida de hombres y mujeres en la
España de la época, que en muchos aspectos la constituyen los mismos avatares
de la vida del hombre a lo largo de la historia de la humanidad. A ratos, el
humor se ausenta de la obra, y viene una carga de realismo, que no dura mucho, pues
la locura de don Quijote no sana, de modo que su mirada febril nos contagia
durante la mayor parte de la obra, también sus inclinaciones por el bien, y su
presencia estrambótica y mágica nos acompaña durante todas las aventuras que se
viven, pues estas no solo se narran.
Junto
a don Quijote aparece la figura de Sancho Panza, su fiel escudero, como una
sombra. Este par de personajes viene a representar una especie de perfectos
opuestos en equilibrio, en muchos aspectos: Don Quijote está loco, Sancho no.
Don Quijote es «seco de carnes», Sancho no. Don Quijote sabe leer y escribir,
Sancho no. Don Quijote usa un lenguaje muy rico y repujado, Sancho no.
Esta
obra es una pieza icónica de la literatura española y de la literatura en
español, y dado que fue escrita hace más de cuatrocientos años, es muy probable
que sea necesario un diccionario para comprender muchos de los nombres de las
comidas, de la indumentaria y, en general, del léxico de la época; pero sin
duda alguna vale la pena.
Para
cerrar, le dejo esta frase a quien lea estas líneas, pues lo más probable es que
sea un aficionado a leer, tal como el Quijote lo era:
«…
y como soy aficionado a leer, aunque sean los papeles rotos de las calles,
llevado de esta mi natural inclinación tomé un cartapacio de los que el
muchacho vendía…»
Escrito por:
Ambar Gómez
Para la
aplicación: LibreroETC, @LibreroETC
La foto: Don
Quixote windmills in La Mancha, Castille (de Paul Gill, en Freeimages.com)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario